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Estación al Atlántico despide el año viejo con atuendo nuevo

• Edificio patrimonial se ubica en paseo de las Damas, en San José
• Ministerio de Cultura invirtió ¢25 millones en restauración
• Inmueble de 103 años es utilizado por usuarios del tren a Heredia

FUENTE: La Nación. Aldea Global, p. 12 A
FECHA: Jueves 22 de diciembre de 2011
DIRECCIÓN: http://www.nacion.com/2011-12-22/AldeaGlobal/Estacion-al-Atlantico-despide-el-ano-viejo-con-atuendo-nuevo.aspx
AUTOR: Andrea Solano B. | This e-mail address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it

Transcurría el año 1908 y un caballero de piedra y ladrillo se instaló muy dignamente en la cabecera de lo que hoy se conoce como el paseo de las Damas, en San José.

El señor llamaba la atención por su elegante traje confeccionado con estilos tan diversos como victoriano, neoclásico y barroco y por sus accesorios modernistas.

A 103 años de su construcción, el edificio de la antigua estación de ferrocarril al Atlántico recuperó su elegancia original, tras ser restaurado por el Centro de Patrimonio del Ministerio de Cultura.

El arquitecto Adrián Vindas, director interino del Centro de Patrimonio, confirmó a La Nación que se invirtieron ¢25 millones en el rescate del inmueble, luego de recibir una fuerte presión popular a través de las redes sociales.

“Muchas personas manifestaron su indignación y nos inundaban de quejas sobre el estado de deterioro y abandono que mostraba el edificio. El principal problema es que indigentes y vándalos lo usaban de hotel y causaron muchos daños”, relató Vindas.

Remozamiento. Los ¢25 millones se aprovecharon para reparar la cubierta del techo, instalar un nuevo sistema eléctrico, así como para la limpieza, resaneamiento y restauración de paredes, pisos, puertas, ventanas y ornamentos interiores y exteriores. Además, se colocaron verjas en las puertas y ventanas que dan a la calle.

“Estos elementos son ajenos al diseño arquitectónico original, pero son necesarios para evitar que los vándalos ingresen al edificio. La iluminación exterior también pretende alejar a estas personas del lugar durante las noches”, explicó Vindas.

El arquitecto aseguró que ahora le corresponde al Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer), propietario del edificio, darle el adecuado mantenimiento.

Consultado al respecto, el presidente del Incofer, Miguel Carabaguíaz, señaló que la institución carece de presupuesto para la restauración de edificios patrimoniales, por lo que deben gestionar convenios con otras instituciones.

“El Incofer y el Ministerio de Cultura firmaron un convenio gracias al cual fue posible recuperar la estación al Atlántico. A ellos les corresponde organizar actividades culturales y artísticas que puedan complementar el servicio de transporte ferroviario que prestamos nosotros”, declaró el jerarca.

Actualmente, parte del edificio se utiliza en las operaciones diarias del tren metropolitano que opera la ruta San José- Heredia y viceversa.

La estación del Atlántico es una de las paradas del recorrido y, según usuarios consultados por La Nación, las personas entran al edificio para comprar sus tiquetes.

“El edificio quedó muy bonito, pero sería una buena idea que se colocaran bancas adentro para poder sentarse y, además, que hubiera exposiciones o algo interesante que ver mientras se hace fila”, opinó Maribel Gutiérrez, quien viaja en tren a Heredia todos los días.

En ese edificio ya había funcionado el Museo de Formas, Espacios y Sonidos (Mufes), entre el 2002 y el 2008. Desde esa fecha, ha tenido usos temporales y fue, en febrero de este año, que el viceministro de Cultura, Iván Rodríguez, habló de convertir la antigua estación en un espacio exclusivo para la promoción de la literatura.

La Nación intentó consultar a Rodríguez sobre los avances del proyecto, pero no respondió a los correos electrónicos ni llamadas.

Con respecto a la vigilancia, Carabaguíaz declaró que ambas instituciones acordaron contratar una empresa de seguridad privada.

Mientras tanto, el caballero rejuvenecido mira el alocado tránsito josefino tan diferente al que él conoció 100 años atrás.

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