Histórica casa saqueada y destruida en Cartago |
• En el corazón de la ciudad FUENTE: La Nación. Aldea Global, p. 19 A Cartago. La casa Anderson Coto, declarada patrimonio histórico arquitectónico desde el 3 de abril del 2001 y ubicada en la ciudad de Cartago, empezó a ser saqueada y demolida ayer en la mañana. Esta edificación presenta características constructivas como bahareque, calicanto y madera de pinotea, y es una de las pocas que soportaron el terremoto de 1910. Ante esta situación, la directora del Centro de Patrimonio del Ministerio de Cultura, Sandra Quirós, se mostró indignada y pidió la intervención inmediata de la Municipalidad y la Fuerza Pública. “Es un atentado cultural pues se trata de una edificación que ya tiene protección nacional por ley. Los autores del hecho deben ser llevados al Ministerio Público, para el proceso correspondiente”, declaró la funcionaria. Quirós dijo que, en su artículo 20, la Ley de Patrimonio Histórico Arquitectónico de Costa Rica contempla prisión de 1 a 3 años a quienes atenten contra inmuebles con declaratoria patrimonial. El alcalde de Cartago, Rolando Rodríguez, confirmó que de inmediato se envió a funcionarios a detener la destrucción. “Los pusimos a la orden del Ministerio Público y se destinaron oficiales de la Policía Municipal para su custodia”, dijo el alcalde. Según trascendió, el inmueble estaba desocupado y pertenece a una familia de apellido Rivera. El incidente. Al ser consultados, los trabajadores que hacían la labor de quitar las cumbreras aseguraron contar con la autorización del propietario, pero no quisieron identificarlo. En el Registro Nacional dicha propiedad aparece inscrita con el número de finca 3-051861-000, a nombre del médico Mario Rafael Rivera Mata. Rivera envió a La Nación su posición mediante un correo electrónico. En la nota se lee: “El doctor Rivera Mata lamenta profundamente los daños ocasionados a la casa de su propiedad”. Y continúa: “El doctor no tiene ninguna relación con los mismos y está consternado por los hechos acaecidos en tal acto. ”Esto significa un deterioro en la seguridad del país y repercute en la tranquilidad personal y social”, concluyó el texto remitido por el médico Mario Rafael Rivera.
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