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Cúpula del Teatro Nacional brilla con su color rojo original

• Obras de restauración están concluidas
• Tras inversión de ¢137 millones, estructura luce su esplendor de antaño
• Hoy, en la noche, habrá espectáculo gratuito en las afueras del Teatro

FUENTE: La Nación. Aldea Global, p. 17 A
FECHA: Martes 03 de mayo de 2011
DIRECCIÓN: http://www.nacion.com/2011-05-03/AldeaGlobal/FotoVideoDestacado/AldeaGlobal2765335.aspx
AUTOR: Andrea Solano B. | This e-mail address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it

Roja y radiante, una cúpula recién restaurada corona el Teatro Nacional con el señorío de antaño y la vitalidad del presente.

Tras una inversión de ¢137 millones, la estructura fue restaurada en su totalidad para reparar los daños acumulados durante sus 114 años de existencia.

La cúpula es una estructura mixta que combina una cubierta externa de metal (zinc puro), la cual está colocada sobre una cubierta interna de madera.

Fue importada de Bélgica y ensamblada en Costa Rica durante las obras de construcción del Teatro Nacional, entre 1890 y 1897.

Según explicó el arquitecto William Monge, director técnico del proyecto, los principales daños de la cúpula estaban en las llamadas “escamas”; es decir, las 2.127 láminas de zinc puro que constituyen el principal ornamento de la cúpula.

“Hay documentos históricos que comprueban graves errores de construcción, los cuales han generado un eterno problema de filtraciones de agua (goteras). La humedad durante más de 100 años causó mucho daño en el zinc y en la madera”, dijo Monge. La lluvia de ceniza del volcán Irazú , en 1963, con un alto contenido de componentes de hierro oxidó varias de las escamas de zinc, lo cual es visible en múltiples agujeros.

Monge dijo que, dependiendo del grado de deterioro de las escamas, algunas de esas piezas fueron restauradas, pero hubo que sustituir completamente 750 de ellas.

Las nuevas piezas que reemplazan las dañadas fueron fabricadas en Alemania con características idénticas a las originales.

El arquitecto explicó que, para solucionar el problema de las filtraciones, se colocó una capa asfáltica impermeabilizante sobre la madera. Luego se instaló otra cubierta fabricada con un material aislante del calor y, por último, las láminas de zinc.

Uno de los procesos más minuciosos de la restauración fue desmontar, una a una, las ocho ventanas, estilo mansarda, pues fueron construidas originalmente mediante un ensamblaje, pieza por pieza. “En este caso, los daños principales fueron causados por descuido, pues estaban maltratadas y presentaban abolladuras, lo que indica que fueron golpeadas o se les pasaron por encima”, dijo Monge.

El arquitecto confirmó que desde 1897, en que se inauguró el Teatro Nacional, nunca se había realizado un proceso de restauración profesional a la cúpula. “Desafortunadamente, se hicieron muchas reparaciones improvisadas en el pasado, que más bien perjudicaron sus elementos arquitectónicos”, dijo.

El color original de la cúpula es el rojo; sin embargo, en 1996 se pintó de verde por disposición de la entonces directora del Teatro Nacional, Graciela Moreno.

El proyecto de restauración fue financiado de manera conjunta por el Ministerio de Cultura, el Teatro Nacional, la cooperación de los Gobiernos de Alemania y España y la empresa Holcim.

Hoy, a las 8 p. m., se apagarán todas las luces para dar la bienvenida a un espectáculo que combina proyecciones audiovisuales, música y otros elementos artísticos. La cúpula y la fachada norte del Teatro Nacional se convertirán en una pantalla gigante para las proyecciones llenas de luz y color.