ICOMOS
Patrimonio
| Edificio Metálico brilla de nuevo tras inversión de ¢800 millones |
|
• Sede de la Escuela Buenaventura Corrales, en San José.
FUENTE: La Nación. Aldea Global, p. 19 A Los cerca de 1.000 niños que estudian en la Escuela Buenaventura Corrales, en San José, le dieron la bienvenida al curso lectivo 2011 en un edificio totalmente remozado. Tras una inversión de ¢800 millones –financiados por el Ministerio de Educación (MEP)–, el inmueble, conocido como Edificio Metálico, fue sometido a un proceso de restauración total, diseñado y supervisado por el Centro de Patrimonio del Ministerio de Cultura. Este emblemático edificio fue inaugurado en 1896 y es representativo de la arquitectura de influencia neoclásica que caracterizó las construcciones de San José de finales del siglo XIX.
Pero, después de 115 años de albergar generaciones de estudiantes costarricenses, el paso del tiempo, la humedad y los eventos sísmicos habían causado daños estructurales tan severos que su restauración se hizo urgente. La Ley de Patrimonio Histórico Arquitectónico de Costa Rica N.° 7555 obliga a los propietarios de edificios con esa declaratoria a financiar los costos de restauración.
“Fue necesario sustituir varias de las columnas que sostienen los pasillos del segundo nivel, pues estaban muy dañadas y falseadas. También se reforzaron los entrepisos y columnas con alto grado de corrosión. La sustitución se hizo respetando el diseño arquitectónico original”, explicó Quirós. Otro de los trabajos fue la restauración de las paredes fabricadas en chapa metálica y madera. Y es que el nombre de Edificio Metálico se debe a su particular sistema de construcción, que consiste en paredes armadas con chapas (láminas) de metal atornilladas y unidas entre sí, colocadas sobre muros de ladrillo. De acuerdo con Quirós, se sustituyeron las chapas metálicas que no correspondían con las originales y las paredes de madera que dividen las aulas fueron reparadas por ambas caras. Los pisos de mosaico y de madera, así como las escalinatas de piedra y los marcos de las puertas y ventanas, también fueron restaurados según las pautas del diseño original. “Cuando se restauran edificios patrimoniales, aparecen muchas sorpresas. Luego de remover capas y capas de pintura en las paredes del salón de actos (segundo nivel), descubrimos restos de la pintura original en muy buen estado y decidimos mantener esos colores: rojo y amarillo”, dijo Quirós.
Una de las intervenciones más importantes fue la sustitución total del sistema eléctrico que contempla iluminación y dispositivos de alarmas y monitoreo. El edificio se adaptó para cumplir con la Ley sobre la Igualdad de Oportunidades para las Personas con Discapacidad. Por eso tiene un elevador y rampas de acceso para personas con discapacidad. *
|
Nuevo rostro. Según explicó la directora del Centro de Patrimonio, Sandra Quirós, el aspecto que se atendió de manera prioritaria fue el reforzamiento estructural.