Inicio Patrimonio arqueológico Mirando las esferas más allá de Osa: algunos datos sobre los sitios con esferas precolombinas
Mirando las esferas más allá de Osa: algunos datos sobre los sitios con esferas precolombinas

Ifigenia Quintanilla, arqueóloga

A veces, de tanto mirar las esferas y de enfocar la atención en Osa, se pierde la perspectiva de qué fue lo que representó este fenómeno en tiempos precolombinos y su relación con otros elementos culturales. Por esto es importante tener en mente que las esferas estuvieron insertadas en un mundo mayor y complejo, donde había otros objetos, muchas personas, y donde se dieron distintas dinámicas sociales, económicas, políticas e ideológicas como en cualquier sociedad o grupo humano.

Por otra parte, hay que mirar más allá de Osa, más allá de Finca 6 y de otros sitios cercanos, y enfocar las esferas y los sitios arqueológicos a los que están relacionadas desde una perspectiva más amplia, integral y regional.

Esferas fabricadas en gabro y caliza procedentes de Finca 4. Todavía se conservan en los alrededores del sitio.
De 30 esferas conocidas, sólo quedan unas pocas cerca del lugar y una o dos en su lugar original.

En el Pacífico Sur de Costa Rica había otros pueblos, anteriores y contemporáneos a los de las esferas, que no fabricaban ni usaban estos objetos. Pueblos que compartían unas cosas y otras no. Por eso hay similitudes en los objetos cerámicos, en los instrumentos de trabajo, en la manera de ocupar el territorio, entre otros aspectos. Sin embargo, parece ser que el mundo de objetos simbólicos materializados en piedra no era compartido. Esto indica que había diversidad cultural, al igual que la hay hoy día en la región.

Las esferas fueron un objeto más dentro de la variedad de producciones precolombinas del Pacífico Sur; no lo abarcan todo; no explican el todo sino una parte; tampoco determinan el conjunto. Independientemente de su singularidad, y en algunos casos monumentalidad, las esferas deben ser colocadas en el lugar que les corresponde dentro de la arqueología a partir de la investigación, y no por la subjetividad de las emociones que nos generan.

Fue en la sub-región Diquís de la región cultural Gran Chiriquí donde el fenómeno cultural de la producción
y uso de objetos de forma esférica alcanzó unas dimensiones únicas y singulares en el mundo.

A la fecha existen registros de casi 1000 sitios arqueológicos en el Pacífico Sur. Lo registrado a la fecha comprende sitios habitacionales, funerarios, abrigos rocosos, petroglifos aislados o en conjunto y talleres, principalmente. La mayoría son ocupaciones que corresponden a los tres últimos milenos. En su mayor parte son poblados de grupos sedentarios, agrícolas, con alfarería, con la tecnología de la piedra picada y pulida, y en los períodos más recientes (después de 800 d.C. aproximadamente), con metalurgia basada en el oro y el cobre.

Cada punto indica un sitio arqueológico. Es importante destacar la concentración que hay en la cuenca del río Térraba.
Otros lugares están sub-representados porque han sido poco estudiados, no por que no hayan sido ocupados en
tiempos precolombinos.

De estos casi 1000 sitios arqueológicos hay información sobre esferas en 56 de ellos. Esto representa un porcentaje muy bajo, pero es importante recordar que los casi 1000 sitios constituyen el conjunto de lo conocido para más de 10 000 años de ocupación precolombina de esta parte del continente americano.

Las esferas se produjeron y usaron aproximadamente desde el 400/500 después de Cristo (d.C.) hasta la conquista española. Es decir que se usaron a lo largo de un milenio, en la parte más reciente de las ocupaciones precolombinas. Además de los 56 sitios con esferas, en ese mismo período hubo muchos más lugares con ocupación humana en la región.

El número de sitios con esferas es relativamente bajo, mientras que el número de esferas es muy superior, con un número confirmado de 290 ejemplares. Esto quiere decir que se extrajeron esferas de sitios que no fueron documentados, o bien que había sitios donde se concentró una cantidad significativa de esferas. Lo más probable que las dos cosas hayan ocurrido.

Mapa del Pacífico Sur con la ubicación de los sitios arqueológicos con registros de esferas.
Elaborado por Felipe Sol con información proporcionada por I. Quintanilla.

Un aspecto muy importante para dejar de mirar solo a Osa y al delta del Diquís, y para empezar a propiciar una imagen más amplia y acorde con lo que ofrecen los datos arqueológicos, es que los sitios con esferas que se conocen están vinculados principalmente al río Grande de Térraba y a la Cordillera Costeña, independientemente de si son más antiguos o más recientes. El Delta del Diquís fue un lugar de gran importancia para las poblaciones con esferas, pero no fue el único ni parece haber sido el primero.

Dentro la cuenca del Grande de Térraba, las tierras cercanas a sus dos afluentes principales -los ríos General y Coto Brus- en la Cordillera Costeña formaron parte del territorio de la gente con esferas. La excepción parece haber sido la parte alta de la cuenca del General (río Chirripó pacífico) donde los registros son inexistentes. Esto no se debe a la falta de estudios. Al contrario; se han hecho investigaciones intensivas en algunos sitios de gran importancia, como por ejemplo Rivas, donde además abundan las rocas de grandes dimensiones, y no se han registrado esculturas esféricas y casi que de ningún otro tipo.

Hay varios sitios arqueológicos con esferas ubicados fuera de la cuenca del río Térraba. Por ejemplo en Golfito y alrededores hay sitios registrados; en la isla del Caño también se han documentado, así como en Drake, en Uvita y otros puntos.

Es curioso también el escaso número de sitios con esferas (dos nada más) registrados en el lado panameño. Es como si las esferas no hubieran cruzado la actual frontera política entre Costa Rica y Panamá, a pesar de que en tiempos precolombinos formaban parte de una misma región cultural (la Gran Chiriquí).

La parte baja de la cuenca del río Térraba -el delta del Diquís- es donde se ha registrado el mayor número de esferas. Sólo en el sector de Palmar Sur-Sierpe hay más de 120 documentadas. En este mismo lugar se han llevado a cabo excavaciones que han mostrado la complejidad arquitectónica de los lugares donde había esferas, como es el caso de Finca 4 y Finca 6 (excavaciones llevadas a cabo por el Museo Nacional de Costa Rica).

Los pueblos que vivieron en el Pacífico Sur de Costa Rica, al igual que en otras partes del país,
tuvieron en la escultura en piedra uno de sus principales medios de representación.
Escultura de hombre con bastones y cuerpo colgando en su espalda. Sub-región Diquís.

Con respecto a la diferencia entre número de sitios registrados y cantidad de esferas conocidas es destacable que al sumar los registros de esferas hay lugares como Finca 4 , en Palmar Sur-Sierpe donde se han extraído cerca de 30. También destaca Bolas con unas 20. Desgraciadamente, en ambos lugares apenas quedan unas pocas esferas en su lugar original; en la gran mayoría no queda ninguna, salvo el caso excepcional y único de Finca 6, con su conjunto de esferas.

Uno de los aspectos más interesantes que genera pensar en las esferas y sus contextos arqueológicos es por qué en unos lugares las usaron y en otros no. No hablamos de lugares lejanos, sino de lugares vecinos, separados a veces por un río o unas montañas. ¿Qué hizo que unos dedicaran grandes esfuerzos, mucha energía y recursos para fabricar, trasladar y emplazar grandes esculturas esféricas y otros no?

Además, surgen otras preguntas: ¿Cómo se generó tal diversidad cultural en un territorio relativamente pequeño como el Pacífico Sur? ¿Qué fue lo que hizo que un tipo singular de objeto se mantuviera en uso durante casi mil años, mientras otros objetos cambiaron o desaparecieron? ¿Qué pasó en el delta del Diquís donde se dedicaron a fabricar esferas y muchos otros objetos de piedra y metal? ¿A cuenta de qué tanto trabajo en objetos no básicos para la vida cotidiana? ¿Por qué en Rivas y zonas cercanas no incorporaron las esferas si eran contemporáneas a la metalurgia que sí fabricaron y usaron con gran profusión?

Hay muchas preguntas y poco misterio. Es en el ámbito del conocimiento donde las esferas requieren ser situadas para poder revalorizarlas, entenderlas y apreciarlas, y más que todo para que ayuden a entender a las sociedades que las produjeron y usaron y a las vecinas que no lo hicieron.

FUENTE: Drama de las Esferas
FECHA: Miércoles 16 de mayo de 2012
DIRECCIÓN: http://dramadelasesferas.wordpress.com/2012/05/16/mirando-las-esferas-mas-alla-de-osa/
AUTOR: Ifigenia Quintanilla, arqueóloga | This e-mail address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it

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